Los axiomas de la
comunicación
La comunicación es importante en psicología en tanto la
comunicación influye sobre la conducta y el comportamiento en los seres
humanos.
Según Watzlawick, existen cinco axiomas en su teoría de la
comunicación humana. Se consideran axiomas porque el cumplimiento de estos
axiomas no puede, por lógica, no verificarse.
Es imposible no comunicarse: Todo comportamiento es
una forma de comunicación. Como no existe forma contraria al comportamiento
(«no comportamiento» o «anticomportamiento»), tampoco existe «no comunicación».
Toda comunicación tiene un nivel de contenido y un nivel
de relación, de tal manera que el último clasifica al primero: Esto
significa que toda comunicación tiene, además del significado de las palabras,
más información sobre cómo el que habla quiere ser entendido y que le
entiendan, así como, cómo la persona receptora va a entender el mensaje; y cómo
el primero ve su relación con el receptor de la información. Por ejemplo, el
comunicador dice: «Cuídate mucho». El nivel de contenido en este caso podría
ser evitar que pase algo malo y el nivel de relación sería de
amistad-paternalista.
La naturaleza de una relación depende de la gradación que
los participantes hagan de las secuencias comunicacionales entre ellos:
tanto el emisor como el receptor de la comunicación
estructuran el flujo de la comunicación de diferente forma
y, así, interpretan su propio comportamiento como mera reacción ante el del
otro. Cada uno cree que la conducta del otro es «la» causa de su propia
conducta, cuando lo cierto es que la comunicación humana no puede reducirse a
un sencillo juego de causa-efecto, sino que es un proceso cíclico, en el que
cada parte contribuye a la continuidad (o ampliación, o modulación) del
intercambio. Un ejemplo es el conflicto entre Israel y Palestina, donde cada
parte actúa aseverando que no hace más que defenderse ante los ataques de la
otra.
La comunicación humana implica dos modalidades la digital
y la analógica: la comunicación no implica simplemente las palabras
habladas (comunicación digital: lo que se dice); también es importante la
comunicación no verbal (o comunicación analógica: cómo se dice).
Los intercambios comunicacionales pueden ser tanto
simétricos como complementarios: dependiendo de si la relación de las
personas comunicantes está basada en intercambios igualitarios, es decir,
tienden a igualar su conducta recíproca (p. ej.: el grupo A critica fuertemente
al grupo B, el grupo B critica fuertemente al grupo A); o si está basada en intercambios
aditivos, es decir, donde uno y otro se complementan, produciendo un
acoplamiento recíproco de la relación (p. ej.: A se comporta de manera
dominante, B se atiene a este comportamiento). Una relación complementaria es
la que presenta un tipo de autoridad (padre-hijo, profesor-alumno) y la simétrica
es la que se presenta en seres de iguales condiciones (hermanos, amigos,
amantes, etc.)
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