lunes, 16 de noviembre de 2015

Abordaje de conflicto

El conflicto

Conflicto La Real Academia Española da distintas acepciones al término conflicto: Combate, pelea, lucha.
También: apuro, situación desgraciada y de difícil solución o esta otra: problema, cuestión, materia de discusión.
En todos los casos se refiere a una confrontación, sea ésta física o psicológica; el origen está siempre relacionado con que las partes involucradas en una desavenencia quieren lo mismo (y, a veces, al mismo tiempo) y creen que les corresponde.
Citaremos, a continuación, algunas definiciones de distintos autores, que nos permitirán ir acercándonos paulatinamente a nuestro objeto de estudio:

Forsyth, en referencia al conflicto en un grupo, dice “las acciones o creencias de uno o más miembros del grupo son inaceptables, y por lo tanto resistidas, por uno o más miembros de otro grupo”

Pruitt y Rubbin lo plantean del siguiente modo: “divergencias percibidas de intereses o creencias, que hace que las aspiraciones corrientes de las partes no puedan ser alcanzadas simultáneamente”.

Rummel (1976), en su análisis, considera “conflicto como el choque del poder que se manifiesta en la búsqueda de todas las cosas”.

Sara Cobb: conflicto es un fenómeno discursivo, un proceso que involucra la interacción de historias, una interacción que acaba por ser rotulada como problemática.

Gladys Álvarez y Elena Highton (1995) resumen su punto de vista de esta manera: “el conflicto, caracterizado como divergencia percibida de intereses, surge cuando no parece haber una alternativa disponible que satisfaga las aspiraciones de ambas partes. Esto puede ocurrir porque una o ambas partes tienen altas aspiraciones o porque las alternativas de integración son pocas”.

Edward de Bono (1986) califica al conflicto como”un choque de intereses, valores, acciones o direcciones. El conflicto se refiere a la existencia del mencionado choque.
La palabra conflicto es aplicable a partir del momento en que el choque ocurre.
Incluso cuando decimos que existe un conflicto potencial damos por sentado que ya hay un conflicto de dirección aunque el choque todavía no haya ocurrido”.

Morton Deutsch: “el conflicto existe siempre que aparezcan actividades incompatibles y... una acción que es incompatible con otra impida, obstruya, interfiera y lesione o de alguna forma haga que ésta última tenga menos posibilidades de ser efectiva”.

Hasta aquí hemos trascripto algunas definiciones del concepto conflicto, que se basan en los distintos intentos de encontrar una transformación del mismo que no sea ejerciendo el poder (por ejemplo, desplegando de alguna manera la fuerza de cualquier índole) o a través del recurso judicial.
A partir de estas definiciones, podríamos comenzar a trabajar otra que integre las diversas orientaciones sobre el concepto que nos ocupa.

Naturaleza y análisis

Comenzaremos por referirnos al componente denominado Intereses que es aquello que las personas sienten como deseable y necesario. Los intereses más poderosos son las necesidades básicas de los seres humanos. Este elemento suele ser central tanto en el pensamiento como en las acciones de las personas y tiende a conformar el nudo de sus actitudes, intenciones y objetivos.
Existen distintas categorías de Intereses, por el momento mencionaremos los:
Universales: seguridad, identidad, etc.

Antes de que los intereses de las partes sean percibidos como antagónicos, podrían asumir la forma de aspiraciones u objetivos, dicho de otra manera, representaciones de lo que las partes desean alcanzar y para lo que se están esforzando.

Dichas aspiraciones pueden haberse originado, a su vez, en conductas previas de las propias partes o de terceros.

Tenemos los conflictos interpersonales y los intrapersonales. Para estos últimos nos vamos a valer de la segunda tópica freudiana (Yo Ello y Superyo) detallada en el libro de Freiría.

Para los conflictos interpersonales tenemos que tener en cuenta la siguiente clasificación. 

Existen conflictos interpersonales:


a) Grupales
En esta categoría, debemos incluir tanto a los conflictos internos en los grupos, como los que se desarrollan entre distintos grupos enfrentados entre sí.
En la primera división, por ejemplo, se inscriben las disputas por el liderazgo y otros roles que se dan en el seno de casi todos los grupos, solo como ejemplo señalamos desde las desavenencias, hasta las peleas, por el papel que cada integrante juega en el seno de la familia.
En la segunda división nos referimos a los antagonismos, que también suelen ser circunstanciales, como el caso de dos grupos de jóvenes que tienen una disputa puntual, en un ámbito no habitual para ninguna de las dos partes; suelen no ser permanentes.
Para que se desarrolle el conflicto intergrupal es necesario que se experimente “el sentido de grupo” que los aglutine, que les confiera unión o pertenencia.
Es digno de destacar que el apoyo del grupo puede traer como consecuencia que sus integrantes se sientan más confiados acerca de la legitimidad o procedencia de sus aspiraciones; aumentando, así, las posibilidades de conflicto.

b) Sociales
Esta tercera categoría está referida a los enfrentamientos entre sectores antagónicos, por razones culturales, artísticas, gremiales, deportivas, políticas, entre otras, que se despliegan en una sociedad.
En general responden a viejos y fuertes enfrentamientos, por cuestiones de raza, religión, poder o alguna otra cuestión de alto valor para sus integrantes y que incluso involucra su identidad.
Suelen ser permanentes en el tiempo y, por esa razón, afectan la calidad de vida de los afectados, generando en no pocas ocasiones altos niveles de estrés.

c) Internacionales
Son aquellos que se producen entre distintos Estados u organismos de diferentes nacionalidades.
Los participantes deben dar cuenta a terceros de sus actos, están regidos por normas y leyes que constituyen el marco dentro del cual se deben mover.
Los aspectos culturales juegan un papel preponderante, tanto en el origen como en el desenvolvimiento y la solución.

Posibles Causas de conflictos interpersonales

a) Los bienes:
En términos generales, los bienes son cosas tangibles o intangibles o derechos de valor económico: bienes muebles o inmuebles: casas, campos, automóviles, dinero, acciones, marcas, patentes, etc.
Independientemente del valor concreto que poseen los bienes suelen también representar valor simbólico que excede aquella cualidad transable que aparece en la superficie.
Por esa razón, el poder podría incluirse en esta categoría, ya que quien o quienes lo detentan pueden emplearlo para alcanzar bienes materiales o inmateriales con valor de mercado.

b) Los principios:
Esta categoría abarca el campo de valores y de principios abstractos, ideologías, creencias religiosas, parámetros morales, prestigio, cuestiones éticas, etc. Son aspectos de profunda raigambre, susceptibles de generar disputas muy profundas.
Hay que distinguir aquellos conflictos que realmente tienen en juego principios o valores y por lo tanto son muy difíciles de resolver, de aquellos que aparecen en una disputa y, en realidad, no lo son.
En el caso de un verdadero conflicto de valores podríamos encontrarnos con una situación casi dilemática.
Sin embargo aunque se tengan valores disímiles, se puede llegar a acuerdos que satisfagan a todos, sin que nadie tenga que “cambiar” sus convicciones más intimas, cosa obviamente harto difícil y atentatoria contra la libertad y dignidad humanas.
En estos casos, lo que debe primar es el respeto por los valores y creencias del otro.
En nuestro país, donde convivieron y conviven tantas nacionalidades, culturas y religiones distintas, es posible que esa convivencia sea pacífica si se respeta la idiosincrasia de cada uno, sus costumbres, los valores propios de cada comunidad. Cuando esto no se cumple se desata el conflicto y es difícil intervenir porque cada parte posee principios distintos.


c) El territorio:
El territorio, como sinónimo de espacio físico, figura entre las causas principales de los conflictos internacionales. El territorio está ligado a la identidad de un pueblo y es uno de los elementos fundamentales en la Constitución de una Nación.
El problema de los límites comprende tanto valores simbólicos en juego, como ciertos recursos naturales de un país o de una región que pueden resultar vitales para su subsistencia.
También se suelen suscitar disputas internas por el territorio; esto se agrava cuando la división planteada en la geografía política no condice con la división, física, cultural e histórica.
Del mismo, modo denominamos disputas territoriales, en un sentido psicológico o abstracto, a la controversia por los lugares que significan poder o prestigio.
Así como el territorio, en el sentido físico, está ligado a la identidad colectiva, en el sentido psicológico o abstracto está vinculado a la identidad personal.
En este tipo de disputas, muchas veces, el valor en juego es la seguridad, o el prestigio de uno o de todos los contendientes.
Muchas veces, cuando aparecen controversias por cuestiones de principios, solicitud de aumento de las responsabilidades, resistencias burocráticas, en realidad se enmascaran pretensiones de lograr o aumentar el control sobre el territorio.

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